19/8/09

Un día sí, ¿Y al otro también?

3 comentarios:

Amparo dijo...

Eso me pasa muchas veces a mí también, sin saber por qué...¡Yo creía que era la edad!

Gata Paciente dijo...

¡Pues va a ser que no!

¿Los cambios de estación?

¿La rutina?

Yo aún no sé por qué me pasa, pero sigo buscando la respuesta para ver si se puede poner remedio.

Amparo dijo...

Yo no quiero poner freno a mis ganas de llorar, de huir de todo y de todos, de aislarme en una isla desierta sin ver nada más que el mar... porque recuerdo la falta de emociones de mi madre en sus últimos años, y quiero seguir sintiéndome viva, y que las cosas y las personas, o mejor, su ausencia, me siga doliendo como al principio. Sólo así puede uno seguir econtrándole razón a la vida y valor para superar la tristeza. Así, cada sonrisa es como un destello, y cada nuevo sentimiento, un desafío.